jueves, 5 de febrero de 2015

Química, universo, tierra y vida

Química, universo, tierra y vida
Alfonso Romo
México, D.F
1996

Síntesis de los capítulos

Capítulo I: Átomos y moléculas en el universo. La tabla periódica de los elementos.

Astrónomos y físicos han postulado como origen del Universo una gran explosión, que a partir de un gas denso formó las innumerables galaxias que ahora pueblan el Universo. Una de dichas galaxias es la Vía Láctea, formada por más de 100 mil millones de estrellas entre las que se encuentra nuestro Sol.
Cuando la temperatura del Universo era de alrededor de mil millones de grados, se comenzaron a formar los núcleos de los elementos. Primero se formaron los más simples, el hidrógeno (H) y el helio (He); posteriormente, en el interior de las estrellas se fueron formando los núcleos de otros elementos, hasta llegar a un número cercano  a 100.
Más tarde, el Universo se fue enfriando paulatinamente hasta llegar a una temperatura de 3°K,  que es la que tienen en la actualidad los espacios interestelares.
Los primeros elementos formados, que son también los más ligeros, el hidrógeno (H) y el helio (He), siguen siendo los principales constituyentes del Universo. El hidrógeno se encuentra en una proporción superior a 90% y el helio en alrededor de 8%. Estos elementos son más abundantes en el Sol y en las otras estrellas.
El hidrógeno, el elemento más sencillo y más abundante en el Universo, es un gas más ligero que el aire, por lo que, al llenar un globo con él, habrá necesidad de sujetarlo, o de lo contrario, se elevará por los aires. Esta propiedad fue aprovechada por el hombre para viajar por la atmósfera. Desde finales del siglo XVIII se construyeron máquinas voladoras para transportar hombres y equipo. Estas naves, llamadas dirigibles, eran peligrosas por el carácter inflamable del hidrógeno con el que se habían llenado.
El hidrógeno se combina con otros elementos formando moléculas. Cuando se mezcla con oxígeno en un soplete y se le prende fuego, arde produciendo flama de color azul pálido, liberando tal cantidad de calor que funde al hierro con facilidad, por lo que el soplete oxhídrico se usa para cortar láminas de acero. En esta reacción el oxígeno y el hidrógeno se combinan produciendo agua, que se escapa en forma de vapor.
Cuando en un recipiente cerrado se pone una unidad de peso de hidrógeno por 8 de oxígeno y se produce en su interior una chispa eléctrica, se provoca una explosión con formación de agua sin gases sobrantes, pero si la cantidad de uno de los gases excede a las proporciones antes dichas, quedará el exceso sin reaccionar. A esto se le llama Ley de las proporciones constantes e indica que dos átomos de hidrógeno, cada uno de peso atómico 1, reaccionan con un átomo de oxígeno, con peso atómico de 16, produciendo una molécula de agua, con peso molecular de 18.

Capítulo II: El átomo de carbono, los hidrocarburos, otras moléculas orgánicas, su posible existencia en la Tierra primitiva y en otro cuerpos celestes
La generación del carbono y de los átomos más pesados se dio en el interior de las estrellas antes de la formación de nuestro Sistema Solar, cuyo nacimiento, a partir de materiales cósmicos, polvo y gas provenientes de los restos de estrellas que explotaron, se remonta a un pasado inimaginable: algo así como 4 600 millones de años.
El carbono en estado libre
Alotropía es una palabra griega que significa variedad. El diamante es, por tanto, uno de los alótropos del carbono. Debido a las diferencias que existen en las uniones entre los átomos del diamante y los del otro alótropo del carbono, el grafito, ambos tienen propiedades completamente diferentes. Así, mientras el primero es el más duro de los materiales conocidos, el segundo es un material blando que se usa como lubricante y para escribir o dibujar, es decir, es el material de que está hecho el corazón de los lápices.
Por otra parte, a diferencia del diamante, el grafito es un buen conductor de la energía eléctrica.
Compuestos del carbono
El átomo de carbono, por tener cuatro electrones de valencia, tiende a rodearse por cuatro átomos, ya sean del propio carbono, como en el diamante, o de diferentes elementos, con los que comparte cuatro de sus electrones para así completar su octeto, que es lo máximo que puede contener en su capa exterior.
La Tierra, al igual que los demás planetas, tuvo en su primera época una atmósfera rica en hidrógeno, por lo que el carbono reaccionó con él formando moléculas de hidrocarburos (carbono hidrogenado). Como el hidrógeno contiene un solo electrón de valencia, cada átomo de carbono se une a cuatro de hidrógeno formando el más sencillo de los hidrocarburos, el metano (CH4). El metano es una molécula estable en la que las capas electrónicas de valencia, tanto del hidrógeno como del carbono, están saturadas, el primero formando un par como en el helio y el segundo un octeto como en el neón.
Debido a que el carbono tiene la propiedad de unirse entre sí formando cadenas lineales, ramificadas o cíclicas, sus compuestos forman una serie muy grande de sustancias con fórmulas precisas de las que se conocen ya más de dos millones de diferentes sustancias orgánicas y cada año se suman muchos nuevos compuestos orgánicos de origen natural o sintético.
Los hidrocarburos lineales tendrán la fórmula CnH2n +2. Así, por ejemplo, el hidrocarburo lineal de 5 átomos de carbono o pentano CH3 - CH- CH2 - CH2 - CH3 será C5H (2 X 5)+2 o sea C5H12. Si el hidrocarburo es ramificado, como por ejemplo el isobutano, su fórmula es también CnH2n+2.

Capítulo III: Radiación solar, aplicaciones de la radiación, capa protectora de ozono, fotosíntesis, atmósfera oxidante, condiciones apropiadas para la vida animal.

El vapor de agua existente en la atmósfera primitiva de la Tierra estuvo expuesto a la radiación ultravioleta que durante millones de años llegó hasta la superficie terrestre sin dificultad. Las moléculas de agua eran descompuestas en hidrógeno y oxígeno por la alta energía del ultravioleta, el cual tiene una corta longitud de onda.
A pesar de que la producción de oxígeno era constante, la naturaleza reductora de la atmósfera se conservaba, ya que gran parte del oxígeno generado era consumido en la formación de óxidos con los elementos de la corteza terrestre y produciendo agua y nitrógeno al reaccionar con el amoniaco que abundaba en la atmósfera terrestre.
Parte del oxígeno que ingresaba en la atmósfera era activado por la radiación ultravioleta y transformado en su alótropo, una forma de oxígeno de alta energía llamado ozono. De esta manera se fue formando una capa protectora contra la radiación ultravioleta que se situó a una altura de alrededor de 30 km sobre la superficie terrestre. Esta capa de ozono protege a la Tierra de las radiaciones ultravioleta que, debido a su alta energía, son dañinas para la vida, ya que excitan a átomos y moléculas a tal grado, que puede hacer que un electrón abandone al átomo. La luz ultravioleta, al activar los átomos moleculares, puede dar origen a radicales libres. Si estos radicales forman parte de un ser vivo, pueden causarle trastornos graves como cáncer y aun conducirlo a la muerte.
Las celdas fotovoltaicas se han usado en el espacio desde 1958 para suministrar energía eléctrica a los satélites artificiales. El procedimiento está basado en la propiedad que tiene la energía luminosa de excitar los electrones de los átomos. Si sobre un cristal de silicio, cuyos átomos tienen cuatro electrones de valencia, se hace incidir la luz, éstos serán excitados y podrán abandonar el átomo, dejando un hueco que equivale a una carga positiva, el cual atraerá a un electrón de un átomo vecino, generando en él un nuevo hueco. De esta manera las cargas negativas (electrón) y las positivas (hueco) viajarán libremente por el cristal y al final quedarán balanceadas.
Si la mitad del cristal contiene como impureza un elemento que, como el arsénico, contiene cinco electrones de valencia, a cada átomo le sobrará un electrón que se moverá por el cristal, aunque los electrones extra se encuentren neutralizados por los protones del núcleo del arsénico.
Si la impureza en la otra mitad del cristal en vez de ser arsénico es un elemento como el boro, es decir con sólo tres electrones de valencia, dará la posibilidad de crear huecos con facilidad. La parte con exceso de electrones, a la que se llamará N (negativa), se une a la que contiene cargas positivas móviles P (huecos).
Cuando la luz solar incide sobre el cristal, los electrones de la parte N se liberan y dirigen hacia un electrodo conectado con la parte positiva P, rica en huecos. Como existe una barrera entre la parte positiva y la negativa, se evita la recombinación de electrones y huecos haciendo que los electrones pasen a través del alambre y generen una corriente eléctrica. Por tanto, la corriente fluirá constantemente mientras la luz incida sobre la celda.

Capitulo IV: Vida animal, hemoglobina, energía de compuestos orgánicos, dominio del fuego

La hemoglobina es una cromoproteína compuesta por una proteína, la globina, unida a una molécula muy parecida a la clorofila, pero que, en vez de magnesio, contiene fierro; el oxígeno se le une en forma reversible. Cuando la hemoglobina está unida a oxígeno se llama oxihemoglobina y cuando lo ha soltado deoxihemoglobina.
El fierro necesario para la formación de hemoglobina el ser humano lo toma en su dieta a razón de 1 miligramo por día, acumulándose normalmente 4 gramos de él en los adultos. Es decir, un ser humano adulto tendría fierro suficiente como para elaborar un clavo de 4 centímetros de largo.
Otro mineral que el organismo humano requiere en cantidades apreciables es el muy común metal alcalino térreo llamado calcio, cuyos compuestos son bien conocidos. El fósforo es otro de los elementos indispensables para el funcionamiento del organismo humano por lo que requiere ingerir diariamente en los alimentos alrededor de 1 gramo.
El monóxido de carbono, gas que se desprende del escape de los automóviles y en combustiones incompletas como la del carbón vegetal, se combina con la hemoglobina desplazando al oxígeno para dar un compuesto más estable. En esta forma el CO evita que se lleve a cabo la función del organismo, la cual puede provocar la muerte cuando la cantidad de este gas que se ha fijado es grande.
La hemoglobina se encuentra dentro de las células rojas o eritrocitos, que tienen una vida media de 120 a 180 días. Éstos son devorados posteriormente por células del sistema retículo endotelial. Estas células, llamadas macrófagos (devoradoras de objetos grandes), se encuentran principalmente en el bazo, el hígado y la médula ósea. El macrociclo de la hemoglobina es cortado oxidativamente por una de las dobles ligaduras para dar el complejo biliverdina-hierro-proteína. El hierro se elimina al igual que la proteína para dar biliverdina, la que es luego reducida para dar origen a la bilirrubina. El hierro libre se combina con proteína del plasma y es transportado a depósitos en la médula ósea, donde se vuelve a usar para formar nueva hemoglobina. De esta manera, el Fe completa su ciclo en su importante misión de ser el elemento clave en el transporte de oxígeno para realizar la reacción de oxidación de los alimentos, de la que se deriva la energía necesaria para el mantenimiento de la vida animal saludable.
Descubrimiento del fuego
El fuego es la primera reacción química que el hombre domina a voluntad; en esta importante reacción exotérmica se libera, en forma rápida, la energía que el organismo animal liberaba de los alimentos en forma lenta e involuntaria. El hombre aprendió a iniciar la reacción o a avivarla aumentando el oxígeno al soplar sobre las brasas en contacto con leña seca, y más tarde supo iniciarlo con chispas y por fricción.
Una vez controlado el fuego, el hombre lo pudo aplicar, primero, al cocimiento de alimentos, y más tarde a la fabricación de utensilios de arcilla, endurecidos por el fuego.
La cadena de descubrimientos a raíz del dominio del fuego ha sido constante hasta nuestros días, en que el consumo de combustible es sinónimo de riqueza de un país.

Capítulo V: Importancia de las plantas en la vida del hombre: usos mágicos y medicinales.

Los pueblos americanos tenían a la llegada de los españoles un amplio conocimiento de las plantas y sus propiedades, especialmente medicinales. Tan impresionante era la variedad de plantas que crecían en el nuevo mundo y tan notable el conocimiento que de ellas tenían los pueblos nativos que lograron interesar vivamente al rey de España.
La primera obra que se conoce al respecto es debida al médico indígena Martín de la Cruz, quien la escribe en lengua náhuatl durante el año de 1552. La traducción al latín hecha por Juan Badiano, denominada Libellus de medicinalibus indorum herbis, se conoce gracias a que Charles Upson Clark la encontró en la Biblioteca Barberini durante los estudios que realizó en Roma de 1916 a 1919.
Este opúsculo consta de bellas ilustraciones al estilo de los antiguos artistas indígenas confeccionadores de códices (tlacuilos). Sobre las ilustraciones viene el nombre de la planta y debajo se encuentra el nombre de la enfermedad que cura, seguida de una receta detallada conteniendo el modo de administrarse.
El rey de España, Felipe II, al tener noticias de que en la Nueva España existían más plantas y semillas medicinales que en ninguna otra parte del mundo, envió a Francisco Hernández, "protomédico e historiador general de las Indias, Islas y tierra firme del mar océano", para que emprendiera una investigación médico-botánica en los vastos territorios recientemente incorporados a la Corona.
Francisco Hernández llega al Nuevo Mundo con las instrucciones de identificar todas las yerbas, árboles y plantas medicinales que hubiere en la provincia donde se encontrase y de averiguar qué enfermedades curaban y la manera de hacerlo.
Este estudio culminó con la descripción de 3 076 plantas y sus usos medicinales. Francisco Hernández no se limitó al estudio de plantas, sino que hizo también un amplio recuento de los animales y minerales de la Nueva España.
Drogas estimulantes con fines mágicos y rituales
El peyote, empleado por los pueblos del Noroeste, se sigue usando en la actualidad y se le considera una planta divina. Cuando este cactus es comido, da resistencia contra la fatiga y calma el hambre y la sed, además de hacer entrar al individuo a un mundo de fantasías, que lo hace sentir la facultad de predecir el porvenir. En busca de tan maravillosa planta los huicholes hacen peregrinaciones anuales, desde sus hogares en el norte de Jalisco y Nayarit, hasta la región desértica de Real de Catorce en San Luis Potosí, que es donde crece este cactus. Los efectos del peyote duran de seis a ocho horas y terminan de manera progresiva hasta su cese total.

Capítulo VI: Fermentaciones, puque, colonche, tesgüiño, pozol, modificaciones químicas.

El pulque fue una bebida ritual para los mexicas y otros pueblos mesoamericanos. Era la bebida que se daba en las bodas, que se les daba a beber a los guerreros vencidos que iban a ser inmolados, la que se usaba en importantes ceremonias religiosas, etc.
El pulque es el producto de la fermentación de la savia azucarada o aguamiel, que se obtiene al eliminar el quiote o brote floral y hacer una cavidad en donde se acumula el aguamiel en cantidades que pueden llegar a seis litros diarios durante tres meses. Para recogerlo se utiliza el acocote, que es una calabaza alargada que sirve como pipeta de grandes proporciones. El aguamiel se consume directamente, siendo una bebida de sabor agradable que contiene alrededor de 9% de azúcares (sacarosa). Se puede beber cruda o hervida. Cuando se consume cruda existe el peligro de que las saponinas que contiene, al tocar la piel junto a la boca, la irriten produciendo ronchas.
Los mexicas, en su peregrinación desde Aztlán o Lugar de las Garzas, en busca de Tenochtitlán, aprendieron a fermentar este jugo azucarado al que atribuyeron propiedades mágicas. Esta bebida, llamada octli, tuvo una gran importancia a juzgar por los testimonios pintados en diversos códices. El nombre pulque con el que los españoles denominaron a esta bebida da idea de la degradación en categoría que sufrió, ya que, según Núñez Ortega, este nombre deriva depoliuqui, que significa descompuesto. Posiblemente impresionó a los conquistadores oír exclamar a los indígenas, cuando se les daba un pulque de mala calidad, octli poliuqul, es decir pulque malo o descompuesto, de manera que el adjetivo aplicado a la bebida descompuesta fue lo que pasó al español, en vez del octli, que era el nombre de la bebida.
Colonche
Se conoce como colonche a la bebida alcohólica roja de sabor dulce obtenida por fermentación espontánea del jugo de tuna, especialmente de la tuna Cardona. El procedimiento que se sigue para su elaboración no ha cambiado, aparentemente, desde hace miles de años. Las tunas se recolectan en el monte, se pelan y enseguida se exprimen y cuelan a través de un cedazo de ixtle o paja para eliminar las semillas. El jugo se hierve y se deja reposar para que sufra la fermentación espontánea. En ocasiones se agrega un poco de colonche para acelerar la fermentación. Se pueden agregar al jugo también algunas de las cáscaras de la tuna, ya que son éstas las que contienen los microorganismos que provocan la fermentación.
El colonche recién preparado es una bebida gaseosa de sabor agradable que con el tiempo adquiere sabor agrio.
Pozol
El pozol es maíz molido y fermentado que al ser diluido con agua produce una suspensión blanca que se consume como bebida refrescante y nutritiva. Se puede agregar a la bebida sal y chile molido, azúcar o miel según el gusto o los fines a que se destine.
Para la obtención del pozol se prepara una masa de maíz, siguiendo el mismo procedimiento que se utiliza para la preparación de las tortillas. El maíz se hierve en agua de cal aproximadamente al 10%. El maíz cocido, llamado nixtamal, se escurre y se lava con agua limpia. El nixtamal limpio se muele en metate o en un molino hasta obtener una masa con la que se hacen bolas que se envuelven en hojas de plátano para mantener la humedad. En esta forma se deja reposar por varios días para que la fermentación se lleve a cabo. Dependiendo del tiempo en que ésta se realice, variará el gusto del producto final.
El pozol es un mejor alimento que el maíz sin fermentar, ya que entre los microorganismos responsables de la fermentación existen algunos fijadores del nitrógeno atmosférico, como el Agrobacterium azotophilum, y otros que le dan aroma y sabor, tales como los Saccharomyces cerevisae, que son los que producen alcohol, y otros más que son los productores de ácido, que ayudan a impartirle el sabor característico. Es uno de los alimentos en que se conserva la antigua sabiduría de los pueblos prehispánicos, pues al transformar el maíz en pozol se ayuda a su conservación y se mejora su sabor y sus propiedades nutritivas, y esto debido a la fijación del nitrógeno del aire que efectúan algunas de las bacterias especializadas que contiene el pozol.

Capítulo VII: Jabones, saponinas y detergentes

Saponificación
Los aceites vegetales, como el aceite de coco o de olivo, y las grasas animales, como el sebo, son ésteres de glicerina con ácidos grasos. Por eso cuando son tratados con una base fuerte como sosa o potasa se saponifican, es decir producen la sal del ácido graso conocida como jabón y liberan glicerina. En el caso de que la saponificación se efectúe con sosa, se obtendrán los jabones de sodio, que son sólidos y ampliamente usados en el hogar. En caso de hacerlo con potasa, se obtendrán jabones de potasio, que tienen consistencia líquida.
El proceso de fabricación de jabón es, a grandes rasgos, el siguiente: se coloca el aceite o grasa en un recipiente de acero inoxidable, llamado paila, que puede ser calentado mediante un serpentín perforado por el que se hace circular vapor. Cuando la grasa se ha fundido ±8Oº, o el aceite se ha calentado, se agrega lentamente y con agitación una solución acuosa de sosa. La agitación se continúa hasta obtener la saponificación total. Se agrega una solución de sal común (NaCl) para que el jabón se separe y quede flotando sobre la solución acuosa.
Se recoge el jabón y se le agregan colorantes, perfumes, medicinas u otros ingredientes, dependiendo del uso que se le quiera dar. El jabón se enfría y se corta en porciones, las que enseguida se secan y prensan, dejando un material con un contenido de agua superior al 25%.
Detergentes
Los primeros detergentes sintéticos fueron descubiertos en Alemania en 1936, en lugares donde el agua es muy dura y por lo tanto el jabón formaba natas y no daba espuma. Los primeros detergentes fueron sulfatos de alcoholes y después alquilbencenos sulfonados, más tarde sustituidos por una larga cadena alifática, generalmente muy ramificada.
Dado que los detergentes han resultado ser tan útiles por emulsionar grasas con mayor eficiencia que los jabones, su uso se ha popularizado, pero, contradictoriamente, han creado un gran problema de contaminación, ya que muchos de ellos no son degradables. Basta con ver los ríos rápidos que llevan las aguas municipales para darse cuenta de cómo se elevan en ellos verdaderas montañas de espuma. Para evitar esto, se han hecho esfuerzos por sustituir la cadena lateral (R) ramificada por una cadena lineal, la que sí sería biodegradable. Los detergentes son muy variados, y los hay para muy diversos usos; simplemente, para ser efectivos en las condiciones de temperatura que se acostumbran en el lavado industrial de los distintos pueblos de la Tierra, tiene que variar su formulación.

Capítulo VIII: Hormonas vegetales y animales, feromonas, síntesis de hormonas a partir de sustancias vegetales.

Las plantas o sólo necesitan para crecer agua y nutrientes del suelo, luz solar y bióxido de carbono atmosférico. Ellas, como otros seres vivos, necesitan hormonas para lograr un crecimiento armónico, esto es, pequeñas cantidades de sustancias que se desplazan a través de sus fluidos regulando su crecimiento, adecuándolos a las circunstancias. Cuando la planta germina, comienzan a actuar algunas sustancias hormonales que regulan su crecimiento desde esa temprana fase: las fitohormonas, llamadas giberelinas, son las que gobiernan varios aspectos de la germinación; cuando la planta surge a la superficie, se forman las hormonas llamadas auxinas, las que aceleran su crecimiento vertical, y, más tarde, comienzan a aparecer las citocininas, encargadas de la multiplicación de las células y que a su vez ayudan a la ramificación de la planta.
La existencia de auxinas fue demostrada por F. W. Went en 1928 mediante un sencillo e ingenioso experimento, que consiste a grandes rasgos en lo siguiente: a varias plántulas de avena recién brotadas del suelo se les cortaba la punta, que contiene una vainita llamada coleóptilo; después del corte, la planta interrumpía su crecimiento. Si a alguna planta decapitada se le volvía a colocar la puntita, se notaba que reanudaba su crecimiento, indicando que en la punta de las plántulas de avena existía una sustancia que la hacía crecer. Una sustancia estimulante del crecimiento de avena fue aislada de orina en 1934 por Kögl y Haagen-Smit. La sustancia activa fue identificada como ácido indol acético.
La manera en que las auxinas hacen crecer a la planta es por medio del aumento del volumen celular provocado por absorción de agua.
No son las auxinas las únicas fitohormonas que requiere una planta para su crecimiento; requieren también de otro tipo de ellas que favorezca la multiplicación de las células. El primero en demostrar la existencia de estas sustancias, que se conocen como citocininas, fue Carlos O. Miller, quien observó que, al poner cubitos de zanahoria o papa en agua de coco, éstos crecían con proliferación de células. Al no poder aislar la hormona presente en el agua de coco por ser muy inestable, determinó sus características espectroscópicas. La absorción en la región del ultravioleta fue muy parecida a la del ácido ribonucleico, lo que hizo pensar en la posible actividad hormonal de este ácido. Efectivamente, al ser probado el ácido ribonucleico contenido en un frasco almacenado por largo tiempo en el laboratorio, se observó notable actividad hormonal. Cuando el contenido del viejo frasco se terminó se probaron ácidos ribonucleicos recientemente preparados, aunque con resultados decepcionantes, ya que el ácido ribonucleico nuevo no tenía actividad hormonal.
Los resultados anteriores fueron explicados pensando en que la sustancia responsable de la actividad hormonal no fuese el ARN, sino un producto de su descomposición. Y efectivamente esta hipótesis fue probada al poder separar de ARN viejo una sustancia con actividad multiplicadora de células, a la que se llamó cinetina.

Capítulo IX: Guerras químicas, accidentes químicos

Muchos insectos poseen aguijones conectados a glándulas productoras de sustancias tóxicas con los que se defienden de los intrusos. Las avispas y las abejas son insectos bien conocidos por inyectar sustancias que causan dolor y alergias. El hombre conoce bien estas cualidades, pues muchas veces por perturbar la tranquilidad del enjambre ha sido inyectado con dopamina o histamina, sustancias entre otras que son responsables del dolor, comezón e hinchazón de la parte atacada.
Las hormigas, por su parte, incluyen entre sus armas, además del ácido fórmico u ácido de hormiga, los alcaloides monomorina I, II y III, que, además de sustancias de defensa, le sirven para marcar sus caminos.
Algunos insectos escupen sustancias tóxicas sobre el enemigo, como lo hace el escarabajo bombardero. El insecto bombardero escupe con violencia una mezcla de quinonas, como benzonona y toluquinona.
El hombre usa la química para la guerra
La bomba lanzada sobre Hiroshima fue una bola de uranio 235 no mayor de 8 cm de diámetro y de más o menos 5 kg. Pero como la fisión del uranio tiene un poder explosivo aproximadamente 10 millones de veces mayor que el TNT, la bomba debió equivaler a 20,000 tons de TNT.
Sustancias tóxicas en la guerra
Las sustancias de alta toxicidad fueron utilizadas como armas químicas en la primera Guerra Mundial. Los alemanes lanzaron, en abril de 1915, una nube de cloro sobre los soldados franceses quienes, al no estar protegidos, tuvieron que retirarse varios kilómetros. Pocos días después los alemanes repitieron el ataque contra las tropas canadienses con los mismos resultados. Las fuerzas aliadas pronto fueron protegidas con máscaras que, aunque rudimentarias, evitaron un desastre que parecía inminente.
Un poco más tarde los alemanes continuaron con la guerra química lanzando granadas con gases lacrimógenos. Sin embargo, la más poderosa arma química usada en la primera Guerra Mundial fue el gas mostaza. Empleado por primera vez en julio de 1917 por los alemanes en la batalla de Ypres, Bélgica, causó terribles daños a las tropas francesas.

El gas mostaza se llamó de esta manera por tener un olor parecido al de la mostaza. No es realmente un gas, sino un líquido irritante que hierve a alta temperatura, el cual debido a su baja tensión superficial produce vapores, los que, por su alta toxicidad, basta con que exista una muy baja concentración en el aire para causar molestias a la gente o incluso causarles la muerte.

Opiniones por capítulo:


Capítulo I: Átomos y moléculas en el universo. La tabla periódica de los elementos.

Lo más interesante de este capítulo es cómo te explica que a través de la gran explosión que originó el Universo, es que a través de esta se consiguieron los primeros elementos, que iniciaron con el hidrógeno y helio, que con el paso de los años, el Universo empezó a generar los demás elementos gracias a las estrellas que se iban formando, en mi opinión esto fue lo que más me llamó la atención, ya que a mí me gusta la astronomía y pues ya con estos datos extra tengo una idea más o comprendo un poco más como se creó el Universo exactamente.
Algo que resaltaría del capítulo, es que es una buena guía para entender la electrólisis  y cómo se fueron combinando los elementos, el ejemplo que pone el libro, es con el agua, te señala como se combinó con el oxígeno para formar el agua y empieza a explicar sus propiedades, peso molar, etc.
Cuando empecé a leer la parte de la atmósfera primitiva, yo ya tenía una idea de que obviamente la atmósfera era diferente por cómo se había formado la Tierra, además de que la Tierra era muy caliente, el libro te muestra cuáles debieron ser los principales componentes en el aire de la atmósfera primitiva, y pues en general el capítulo me fue llamando la atención, y lo que menciono es lo que más me llamó la atención.
Y pues usaré el libro para usar los ejemplos que tiene sobre algunos experimentos y personajes importantes que menciona.

Capítulo II: El átomo de carbono, los hidrocarburos, otras moléculas orgánicas, su posible existencia en la Tierra primitiva y en otro cuerpos celestes

En este capítulo nos sigue mencionando cómo se dan otros elementos, por ejemplo con el carbono, que fue a través de la colisión de 3 átomos de helio, cuando se originó el carbono, empezaron a haber muchas combinaciones entre el hidrógeno y carbono, y con esto se sabe que se originaran los hidrocarburos, y lo que nos explica muy bien el texto, es como se unen cada partícula con otra para formar estos hidrocarburos.
Y pues para mí lo que me gustó fue que te enseña cómo obtener los hidrocarburos y los principales de estos como el metano, y pues sirve mucho para ayudarte en la química orgánica.
La parte que me encanto fue cuando empezó a hablar de los planetas de nuestro sistema solar, como Saturno y Júpiter, y el dato que ahora conozco de Júpiter, es que está hecha su atmósfera, o al menos si lo vi, ya no lo recordaba, pero es muy bueno explicándote cómo funciona cada elemento en los planetas.
Un tema muy interesante del capítulo fue cuando mencionó  los cometas, ya que pues también explica su lado químico, por ejemplo cuando hay una lluvia de estrellas, lo que te dice es que cuando el cometa, que está hecho de hielo, gas y polvo, al entrar con el calor de una estrella, liberan moléculas, haciendo que tengan su característica cola.

Capítulo III: Radiación solar, aplicaciones de la radiación, capa protectora de ozono, fotosíntesis, atmósfera oxidante, condiciones apropiadas para la vida animal.

Lo que más me gustó del libro es que te da variedad de temas, y pues sigue la secuencia, en esta parte la Tierra empieza a tener sus primeras plantas, pero antes tuvo que superar los problemas de los rayos ultravioleta y otros más, y pues con el abundante oxígeno que había en el planeta se forma la capa de ozono que protege a la Tierra y los seres vivos.
Pero como todos sabemos este ha sido lastimado o dañado por la contaminación, pero cuando se formó la capa de ozono, la vida empezó a surgir con las plantas, lo que también puedes entender un poco mejor, es como a través de la luz se obtuvieron muchas sustancias, los ejemplos que muestra son las vitaminas y la fotosíntesis de las plantas.
Y te explica como la radiación ultravioleta es dañina y la importancia de la capa de ozono, te va explicando el porqué de todas las cosas que hay en la Tierra, y porqué las que son dañinas, te explica que es lo que hace por ejemplo en un átomo.
Lo que también me gusta de cuando estaba leyendo es cómo te muestra con esquemas la formación de los elementos, y las operaciones que debes realizar para poder entender o hacer estas sustancias.

Capitulo IV: Vida animal, hemoglobina, energía de compuestos orgánicos, dominio del fuego

En este capítulo algo bueno que debieron hacer fue mostrarte alguna imagen para saber cómo funcionaba por ejemplo la fotólisis, y las algas cómo trabajaban con el agua y el dióxido de carbono.
Algo que puedes aprender más es sobre el cuerpo humano, ya que menciona mucho los elementos que necesita el hombre, tanto para vivir como de lo que está hecho, lo que más resalta es la formación de la hemoglobina, y su combinación con el oxígeno, te va explicando paso a paso, como se incorpora el oxígeno a  este, y su resultado.  
Y también incorpora mucho la historia, porque menciona cuando el hombre apenas descubría el fuego, y para que nos servía.
Y algo que noté es que no nada más hablaba de química sino también de biología por las sustancias que mencionaba, las que utiliza el cuerpo humano y empezaba a hablarte de cómo funciona el cerebro y su importancia, puedes aprender mucho más que química con el libro.

Capítulo V: Importancia de las plantas en la vida del hombre: usos mágicos y medicinales.

Este capítulo fue de los que más me gusto porque menciona datos curiosos de cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, y que las civilizaciones tenían grandes conocimientos de las plantas medicinales que había aquí en México, y esto fue un gran avance, ya que era inicios de la medicina.
Es algo bueno conocer un poco más de la importancia de nuestros antepasados, porque conocían demasiadas cosas, que lamentablemente se perdieron, ya que los españoles quemaron datos importantes, como los códices.
Y también daba ejemplos de cómo unas tribus cazaban animales con las famosas flechas envenenadas, que ese veneno al momento de comerlo ya no causaba intoxicación.
El capítulo te da muy buenos ejemplos de las plantas medicinales más importantes y cómo funcionan, de verdad aprendes muy buenas cosas por cada capítulo, siempre son cosas diferentes, y en pues para mí me son muy interesantes.

Capítulo VI: Fermentaciones, puque, colonche, tesgüiño, pozol, modificaciones químicas.

En esta parte, como yo no conocía muchas bebidas aparte del pulque, pues conocí otras bebidas que también como lo dice el título, se obtenían también a través de la fermentación, yo había escuchado mucho sobre las bebidas que hay en México, pero yo conocía más sobre el pulque.
Cuando empecé a ver que hay otras bebidas, lo primero que hice fue primero ver cómo se preparaban o conseguían, y eso fue lo que me gustó, que te enseña también como se logran preparar estas bebidas tradicionales, y te muestra por qué toman ese aspecto alcohólico estas bebidas.
Y también lo interesante fue conocer que son demasiadas las cosas que se fermentan, incluso la leche, el texto te va guiando y por los subtítulos, te explica cómo funciona la fermentación de cada alimento.
Otro ejemplo que es interesante, es el de la leche, que a través de su fermentación se obtienen variantes de esta, como el yogurt y los quesos.

Al momento de enseñarte algún ejemplo te muestra la combinación o su composición, te da demasiados ejemplos y de que están hechas las fermentaciones, por ejemplo de las androstenediona, androstenelona, y muchos ejemplos.
Cosas que ni conocías o sabias, claro, se sabe que tienen alguna composición pero con el texto aprendes que es lo que lo forma exactamente.

Capítulo VII: Jabones, saponinas y detergentes

Esta parte del libro fue también interesante, te va explicando en este caso, cómo se obtienen y funcionan los jabones, y de acciones que se llevan a cabo para poder formar los jabones, este capítulo me llamó la atención conocer sobre la saponificación, ya que era algo que en una exposición hace unos años, me había faltado exponer.
Aquí comprendes como se logran hacer los jabones, que en algunos  casos solo se le pone el aroma a ciertas cosas de la naturaleza, y que los detergentes fueron creados por alemanes, y ahora sé que estos detergentes contaminan, ya que no son del todo biodegradables.
También comprendes un poco de su historia, aparte de que aprendes demasiado acerca de cómo se forman cada uno de los materiales del hogar.

Capítulo VIII: Hormonas vegetales y animales, feromonas, síntesis de hormonas a partir de sustancias vegetales.

Este tema fue fácil de entender porque te hacia comparaciones con otros seres vivos para entender cómo funcionaban, las hormonas pero ahora en las plantas.
Te mostraba la sustancia que hacia algún efecto en la planta como por ejemplo el ácido abscísico, lo que es muy bueno es que te dice quién lo descubrió, y poco a poco te va guiando como si fuese una línea de tiempo, quién descubrió cada sustancia responsable en el funcionamiento de una planta, y te dice de donde era el científico.
También te muestra algunas formas o conducta de una planta, y en este texto se usó de ejemplo el girasol, por cómo se comporta para poder recibir más la luz del sol, que mira hacia el oriente por las mañanas y en la tarde hacia el poniente.

Capítulo IX: Guerras químicas, accidentes químicos

Esta parte del libro, a pesar de que fuese el final, fue mi favorito, ya que menciona muchas cosas que ya conozco, porque me gustan estos temas.
Te menciona también las guerras pero con insectos, que tienen por ejemplo la dopamina y la histamina, que causan dolor al insecto que piquen.
Menciona como es de importante en el caso de las guerras el conocimiento químico, que es una de las claves para poder ganar las batallas, por ejemplo, el gas mostaza, usado por los alemanes en la primera guerra mundial, mató a muchos soldados franceses, ya que este gas los cegaba y no les permitía respirar.
Ya con el paso de los años el armamento químico evolucionó, y se generaron las bombas en este caso, las atómicas, que usaban uranio, y causaban graves daños y una explosión colosal, y pues para nuestros tiempos la más poderosa es la Tsar, que en sus pruebas, incluso se sabe que podría partir la corteza terrestre.
Y como en los capítulos anteriores te sigue mostrando la fórmula química de las sustancias que se mencionan.

Síntesis del libro:

Astrónomos y físicos han postulado como origen del Universo una gran explosión, que a partir de un gas denso formó las innumerables galaxias que ahora pueblan el Universo. Una de dichas galaxias es la Vía Láctea, formada por más de 100 mil millones de estrellas entre las que se encuentra nuestro Sol. Los primeros elementos formados, que son también los más ligeros, el hidrógeno y el helio, siguen siendo los principales constituyentes del Universo. El hidrógeno se encuentra en una proporción superior a 90% y el helio en alrededor de 8%. Estos elementos son más abundantes en el Sol y en las otras estrellas.
La generación del carbono y de los átomos más pesados se dio en el interior de las estrellas antes de la formación de nuestro Sistema Solar, cuyo nacimiento, a partir de materiales cósmicos, polvo y gas provenientes de los restos de estrellas que explotaron, se remonta a un pasado inimaginable: algo así como 4 600 millones de años. Alotropía es una palabra griega que significa variedad. El diamante es, por tanto, uno de los alótropos del carbono. Debido a las diferencias que existen en las uniones entre los átomos del diamante y los del otro alótropo del carbono, el grafito, ambos tienen propiedades completamente diferentes. Así, mientras el primero es el más duro de los materiales conocidos, el segundo es un material blando que se usa como lubricante y para escribir o dibujar, es decir, es el material de que está hecho el corazón de los lápices.

La Tierra, al igual que los demás planetas, tuvo en su primera época una atmósfera rica en hidrógeno, por lo que el carbono reaccionó con él formando moléculas de hidrocarburos. Como el hidrógeno contiene un solo electrón de valencia, cada átomo de carbono se une a cuatro de hidrógeno formando el más sencillo de los hidrocarburos, el metano. El metano es una molécula estable en la que las capas electrónicas de valencia, tanto del hidrógeno como del carbono, están saturadas, el primero formando un par como en el helio y el segundo un octeto como en el neón.

El vapor de agua existente en la atmósfera primitiva de la Tierra estuvo expuesto a la radiación ultravioleta que durante millones de años llegó hasta la superficie terrestre sin dificultad. Las moléculas de agua eran descompuestas en hidrógeno y oxígeno por la alta energía del ultravioleta, el cual tiene una corta longitud de onda. Parte del oxígeno que ingresaba en la atmósfera era activado por la radiación ultravioleta y transformado en su alótropo, una forma de oxígeno de alta energía llamado ozono. De esta manera se fue formando una capa protectora contra la radiación ultravioleta que se situó a una altura de alrededor de 30 km sobre la superficie terrestre. Esta capa de ozono protege a la Tierra de las radiaciones ultravioleta que, debido a su alta energía, son dañinas para la vida, ya que excitan a átomos y moléculas a tal grado, que puede hacer que un electrón abandone al átomo. La luz ultravioleta, al activar los átomos moleculares, puede dar origen a radicales libres. Si estos radicales forman parte de un ser vivo, pueden causarle trastornos graves como cáncer y aun conducirlo a la muerte.

La capa de ozono formada por la acción de la luz ultravioleta dio a la Tierra una protección contra la alta energía de esta misma radiación, creándose así las condiciones apropiadas para la aparición de la vida. Las algas verde-azules y los vegetales perfeccionaron el procedimiento para combinar el CO2 atmosférico con el agua y los minerales del suelo con producción de materia orgánica y liberación de oxígeno que transformaría, en forma lenta pero segura, a la atmósfera terrestre de reductora en oxidante.
Las plantas no sólo necesitan para crecer agua y nutrientes del suelo, luz solar y bióxido de carbono atmosférico. Ellas, como otros seres vivos, necesitan hormonas para lograr un crecimiento armónico, esto es, pequeñas cantidades de sustancias que se desplazan a través de sus fluidos regulando su crecimiento, adecuándolos a las circunstancias. Cuando la planta germina, comienzan a actuar algunas sustancias hormonales que regulan su crecimiento desde esa temprana fase: las fitohormonas, llamadas giberelinas, son las que gobiernan varios aspectos de la germinación; cuando la planta surge a la superficie, se forman las hormonas llamadas auxinas, las que aceleran su crecimiento vertical, y, más tarde, comienzan a aparecer las citocininas, encargadas de la multiplicación de las células y que a su vez ayudan a la ramificación de la planta.

Guerras químicas

Las sustancias de alta toxicidad fueron utilizadas como armas químicas en la primera Guerra Mundial. Los alemanes lanzaron, en abril de 1915, una nube de cloro sobre los soldados franceses quienes, al no estar protegidos, tuvieron que retirarse varios kilómetros. Pocos días después los alemanes repitieron el ataque contra las tropas canadienses con los mismos resultados. Las fuerzas aliadas pronto fueron protegidas con máscaras que, aunque rudimentarias, evitaron un desastre que parecía inminente.
Un poco más tarde los alemanes continuaron con la guerra química lanzando granadas con gases lacrimógenos. Sin embargo, la más poderosa arma química usada en la primera Guerra Mundial fue el gas mostaza. Empleado por primera vez en julio de 1917 por los alemanes en la batalla de Ypres, Bélgica, causó terribles daños a las tropas francesas.

El gas mostaza se llamó de esta manera por tener un olor parecido al de la mostaza. No es realmente un gas, sino un líquido irritante que hierve a alta temperatura, el cual debido a su baja tensión superficial produce vapores, los que, por su alta toxicidad, basta con que exista una muy baja concentración en el aire para causar molestias a la gente o incluso causarles la muerte.

Opinión del libro:

A mí me gustó mucho el libro, por todo lo que se encuentra en él, puedes obtener muchos temas, muchas definiciones, entender cómo funcionan las sustancias, incluso puedes encontrar las tradiciones de tu país, hay tantas cosas que puedes encontrar en el libro, no sólo química.
Es sencillo entender lo que dice el libro ya que te menciona ejemplos y te explica o te da una breve introducción, yo pienso que algunas partes son datos curiosos, o poco comunes.
Es un muy buen libro, una de las cosas que me gustó también es que si alguna parte te interesó, tiene una parte de puedes obtener más información ya que contiene bibliografías de varios libros que se usaron para redactar parte del libro.
En general a mí me gustó, está muy bien redactado y bien explicado.

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